martes, 10 de marzo de 2009

ANSIEDAD

Es un infierno en el que la luz no alcanza una pupila retraída, apenas con vida, donde los pasos se tambalean frenéticos en una marcha atrás, donde los dedos arañan de nerviosismo un rostro roto, desgarrarían los brazos por no encontrar salida un alma triste, inquieta de cafeína que late como desesperada, que desenfunda una eterna espada entre llorando y aterrada, que tiembla, se sacude violentamente, chilla y grita hacia adentro de impotencia, sesgando los tímpanos de unos oídos que ya no quieren oír, estallando unos ojos cansados de llorar que ya no se pueden exprimir más, mordiendo y asfixiando una furiosa respiración que no acaba, y empieza, esclava de un delirante dictador.

Y aún sus uñas surcan de dolor, entre abrazando y desollando un cuerpo desnudo, desesperanzado, sus dientes chirrían a un ritmo desenfrenado, enloquecido, los músculos se contraen infinitamente, palpitando de tensión, ¡incluso cólera!, en una postura inverosímil, casi monstruosa, en una mueca como desorbitada, apresando sus cabellos, aferrándose a sus extremidades, a sus pies y a sus manos, ¡A ELLA MISMA! por no irse para no volver nunca más....



















....................................no encuentra calma...

























(A ti que encontrarás calma... en las notas de una guitarra roja o ... en cualquier lado, ¡VENGA ARRIBAAA VALIENTEE!)



CopyRight. By Cristina-S. Porres Abad