lunes, 31 de mayo de 2010

Notas olvidadas...

Escucha de fondo estos acordes, los que no toco, porque ni siquiera sostengo una guitarra, solo siento
las notas en el aire, mis dedos dibujan sobre tu cuerpo aquello que se convierte en susurros... sí, te quiero
te quiero como nadie soñó querer, como las novelas románticas no supieron recoger, como el beso más intenso que nadie ha sabido dar, como todos los poetas no pudieron reflejar,... te quiero en cada letra, en cada canción, en cada beso, en cada silencio, en cada instante, te quiero en el límite de las lágrimas, de las fuerzas, te quiero donde nadie supo expresar esa frase, donde hasta pierde sentido, donde no existen versos con los que decir... con los que decir...
que sí, que te quiero.

domingo, 23 de mayo de 2010

Mi sentido

Crees que mis palabras no tienen sentido, que el hilo que cose mis versos
quizás se enredó. Olvidaste leer los espacios vacíos, eso que ya no queda,
no captaste esos silencios que dicen todo o no dicen nada.
Seamos sinceros, mis letras no dan forma a relatos, no esconden preguntas ni
solución, son ideas captadas de un latido,la fotografía de un momento,
aquello indescriptible de mí...

Por eso no entenderás dónde siento la ausencia, en qué lugar tomé esa fotografía de mi alma,
dónde quedó lo que callé, o lo que no escuchaste... porque sí, este laberinto de palabras es
para ti, para que no entiendas, para que no sepas, para que busques, y encuentres o te pierdas.



jueves, 13 de mayo de 2010

Ven aquí

Quizás hoy te necesite mas cerca
tal vez rozando mi piel, sin apartarte, enredandote en mí, sin soltarte...
si pudieran envolverme tus palabras,
si pudieras susurrarme al oído una frase que me arropara esta tarde fría, ...

Quizás hoy necesite una mano que sostenga las mías
tal vez si vinieras, si lanzaras un beso, si llegases a ver dónde dejé mis ilusiones,
en qué mundo quedaron los sueños, si pudieras traerme al protagonista de ellos...
si pudieras dejarte llevar hasta aquí...


domingo, 9 de mayo de 2010

ROJO


Vistió sus labios de un rojo carmín, maquillaba ansiosamente sus rasgos, como camuflándose con miedo y desesperación, casi como queriendo ocultar lo que había tras ella, más allá de sus extremidades, sus manos y sus dedos, más allá de su piel y hasta de su propio aliento, atravesando su propia carne, recorriendo sus venas, clavándose en los mismísimos huesos,... más allá hasta de ella.

Se miró al espejo, esta vez despacio, sin fuerzas, silente y calmada. Su mirada era triste, parecía temblar,... parecía querer llorar. No podía más. Por dentro el rímel desteñía sus ojos, quietos, casi inertes. No lloraría.
Calzó sus tacones, más rojos aún que el “te quiero” de su propia voz, y salió a la calle, a esa ciudad naranja bajo un cielo azul cían que anochecía dejando atrás a un astro casi derrotado. La ciudad parecía dormir, era silenciosa y cálida, casi desierta, cubierta de rotos tejados.

Y rasgaba ese vacío a lo lejos el sonido de sus tacones, hirientes y rojos... De pronto siente algo alcanzando sus pasos. No se decide, la sigue. Corre. 

No se atreve a mirar atrás. Está demasiado triste, demasiado nerviosa. Y apresura el paso. El taconeo torna atroz, rápido y fuerte, tronando como mil ecos. Corre. Incansable avanza, ¡veloz!

Sin embargo algo la detiene, ¡NO!, ¡LA RETIENE! La sujeta del pie, fuerte. Un tacón se había atrampado entre los adoquines. Pero deja de sentir miedo, solo un escalofrío recorre su nívea piel, desde un roce sentido en el tobillo, hasta clavarse en su espalda, muy lentamente... ¡sí!, ¡era él!, él recorriendo su tobillo, su pierna y su espalda, él en todos los lados hasta besar aquellos labios, hasta fundir de rojo las dos bocas...





Selene Porres Abad

jueves, 6 de mayo de 2010

Sí, tú me buscas...

Sí, a ti que te conocí bebiendo de un vaso,
a ti, que seguí bebiendo de ti,
de la luz de tus pupilas,
de la efervercencia de un beso,
de la locura de mil caricias,
o de mil noches junto a ti.
A ti que ahogué días, años y un te quiero 
en una caña
por no atreverme a pronunciar tu nombre entre estos versos,
por hacer que olvidaba, por si tú querías olvidar.

                                                      A ti...

martes, 4 de mayo de 2010

CAMUFLAJE


Cierra los ojos y, entonces, échate a llorar, no vuelvas a verlo, cierra los ojos y que tus lágrimas caigan hacia adentro, que inunden lo todo, tu corazón, que te ahoguen de tristeza, ... Sin embargo,  

¡NADIE! volverá a saber si tú recuerdas cómo llorar.


viernes, 30 de abril de 2010

A ti, en un vaso de cerveza

Sólo me arrepiento de una cosa...
de no haber aprovechado cada minuto, cada segundo de ti...
de haber dicho "no" cuando tal vez era un "sí"
o un "sí" si realmente quería decir "no".

Sólo me arrepiento ante una cena, muchos atardeceres de naranja y miles de canciones que rondaban días vacíos, tal vez tristes, esos que llenaste de risa, esos que vaciamos de un vaso.

Sólo me arrepiento de una cosa... y tal vez mañana sea de lo que ahora no te voy a contar.

miércoles, 14 de abril de 2010

VOZ EN OFF

Supongo que es que ha habido muchas lágrimas de por medio.

Supongo que es por ello que ahora soy incapaz de decir nada,
de pensar nada, de hacer nada,... supongo que es tu razón de por qué estoy así,
porque realmente, no sé qué me pasa, no sé por qué estoy así, no sé por qué me afecta, no sé qué pienso, no sé ya ni qué siento,...
No sé nada y ya no sé si quiero saberlo.

Supongo que es que mis ojos han llorado durante mucho tiempo por una historia
que me mantenía lejos, una historia de la que quizá jamás llegué a ser protagonista, solo fue un amago, un intento desesperado por conquistar algo (un corazón tal vez) que no me pertenecía.

Supongo que ha sido la lucha la que me ha agotado, el mantenerme en pie fuera
como fuera, llorando, gritando, sangrando,... el no moverme frente a huracanes,
frente al mundo entero... tal vez fue el quedarme, ahí, a tu lado, aunque ni tú
pensases que ese era mi lugar, aunque ni yo estuviera segura de ello.



Quizá sea sólo dolor de qué cuando hablo de no lo sé.


Selene Porres Abad

jueves, 25 de marzo de 2010

Carta 1 en tu ausencia


Hoy no quiero dormir,  
no quiero descubrir si realmente podría cerrar los ojos, 
no quiero saber a qué huelen las sábanas si no es a ti, 
no quiero acariciar otra cosa que no sea tu cuerpo cuando el mío siquiera toque la cama,...
Hoy solo quiero impregnarme de esa ausencia, de la tuya, 
la que guardas cuando ya no estás, 
hoy solo quiero besar un recuerdo, 
sentir el vacío que deja tu piel,...
Hoy solo quiero llorar un silencio, 
lamentar un hueco, 
retorcerme de un sueño sin ti, 
y llenar mis pulmones de vacío y escuchar un latido sin ritmo 
si es que no estás tú...
Quiero dejar en suspenso mi alma
ansiando y esperando la tuya en algún lugar donde ni tú ni yo sepamos, quizás a medio camino, en un cruce, en un semáforo, en el bar de la esquina, en un parque, ... quizá allí donde se encuentren, 
y quizás por eso ahora no encuentre a mi alma, 
tal vez te busque por querer dormir hoy contigo.

jueves, 18 de marzo de 2010

SILENCIO

Asomaba una palabra del carmín de sus labios,
pero hizo todo lo posible por evitar esa fr
ase,
mordiéndose los labios,
sugetándola con las manos.
No, no saldría...
No quería volverla a saborear, no quería volver a relamerse en cada una de sus letras.


Quizás hubiera sido mejor decirla, ... porque sigue en su interior, se repite como una cancioncilla aprendida, como un verso interiorizado.
Ya no es sólo una frase, ya le puso melodía...


Pero la acalla, y estás delante y lucha por no decírtela.
Y te acercas y aún chirrían los dientes por retenerla.


Si supiera cuántas veces lloró y rió en la misma cama,
cuántas veces la sostuvo en su boca, con sus manos, con sus pies, y sus ojos... cuántas veces fue dulce y cuántas veces un grito que nunca se oirá...


Pero caminas, sueñas, comes, compras, vives tu vida, sigues andando con dirección o sin ella, ... y ahí está, esa palabra, esa palabra que ni siquiera te inquieta porque no la conoces, porque ella aún la guarda, en la mirada, en cada recobeco de su cuerpo y de su alma, escrita en este papel, sobre estás líneas sin tinta, sobre el banco garabateado de un parque, sobre un tiquet, sobre la arena que borró el mar,... sobre mi boca...





Selene P. A.